El martes 28 de julio, en acto formal realizado en su emplazamiento al sur de Francia, comenzó la fase de ensamblaje del megaproyecto de Reactor Experimental Termonuclear Internacional.
Eclipsada por las noticias de la pandemia y la crisis económica que se avecina, la noticia no alcanzó -como hubiera sido justo- la primera plana de los diarios. Sin embargo, es sin dudas la más importante en lo que va del siglo.
Hay dos razones que avalan esta afirmación. La primera es científica. El éxito de esta iniciativa significaría terminar por varios siglos con el problema del abastecimiento energético y los límites que impone al crecimiento de la economía la limitación existente hoy en este aspecto.
La manipulación del átomo comenzó con su “ruptura”, la denominada fisión nuclear. Su hito inicial fue bélico, la bomba de Hiroshima. El concepto básico en este proceso es que al producirse la ruptura de átomos pesados -por ejemplo, el Uranio-, se libera una gigantesca cantidad de energía acumulada en la materia, que puede ser utilizada para muchos fines. Entre ellos está el de la explosión nuclear, pero también las usinas generadoras de electricidad y varias aplicaciones médicas.
Sin embargo, tiene un problema de origen: los residuos. La ruptura de los átomos pesados libera energía, pero también dejas desechos que tardan miles de años en descomponerse y mientras tanto, son contaminantes radioactivos. Eso no es ninguna buena noticia para la humanidad ni para el planeta.
Sin embargo, existe otro procedimiento que en lugar generar energía con la ruptura de átomos pesados, lo hace con la fusión de átomos livianos. El hidrógeno es el principal elemento, que presionado a temperaturas cercanas a las del núcleo solar -requiere 150 millones de grados centígrados- y a enorme presión, forma un átomo más pesado, el Helio, liberando al hacerlo una cantidad de energía superior a la obtenida por el método de la fisión.
El problema en este proceso no es el de los residuos -que no existen, o mejor dicho, existe pero es el agua- sino la dificultad en lograr semejantes niveles de temperatura y presión, y luego de controlar la energía producida. Puede conseguirse hacer una bomba de hidrógeno -más poderosa que la de Uranio, que de hecho se utiliza para lograr la presión y temperatura necesaria para el proceso de fusión del hidrógeno-, pero la energía se libera en forma abrupta y descontrolada.
El proyecto ITER justamente tiene como finalidad lograr la generación de energía con el uso controlado de la fusión nuclear, lo que conlleva un costo gigantesco.
Si el proyecto logra éxito, asumirá el papel de “prueba piloto” para replicarse de inmediato en cualquier lugar del mundo. El costo calculado de cada uno de estas réplicas no superaría -según los cálculos- el de una planta de energía nuclear tradicional, pero sin todos los costos adicionales en seguridad, desechos y ambientales que son inherentes a estas últimas.
Llegamos aquí a la segunda razón por la que esta noticia debería ser destacada: la cooperación internacional. Para poner en marcha un proyecto científico de estas dimensiones -y por que no decirlo, también de relativa incertidumbre sobre su éxito- se conformó un consorcio de 35 países, integrado por la Unión Europea -Francia es el país anfitrión- con más el Reino Unido, Suiza, Estados Unidos, China, Japón, Rusia, India y Corea del Sur.
La sola mención de sus nombres califica la esencia cosmopolita de la iniciativa. Por encima de todas las diferencias y enfoques sobre todo, más allá de los alineamientos geopolíticos y los juegos de poder, el proyecto ITER puede ser definido como el mayor desafío tecnológico del género humano.
Y ha comenzado a ensamblar sus piezas.
Deberíamos festejarlo todos como una ventana al futuro de una humanidad trabajando en conjunto en su propia superación. Si la pandemia y la economía nos impiden la euforia, tal vez reflexionando sobre lo que la humanidad puede lograr trabajando en conjunto podría ser un bálsamo para superar los dramas del presente.
Ricardo Lafferriere
Fuente de divulgación: “Assembly begins on ITER, a massive scientific projet that seeks to replicate the sun's fusion power here on Earth”, Jeff Berardelli en “https://www.cbsnews.com/news/iter-assembly-begins-nuclear-fusion-sun/ “
Fuente científica: Curso Básico de Fusión Nuclear (en .pdf). Kevin Fernández-Cosials y Alfonso Barbas Espa – en https://drive.google.com/file/d/0B2AKrfDS5CXnUjNQWHR4RzNKbGM/view “
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